lunes, 12 de septiembre de 2016

El Ventilador

Historia

Los ventiladores más antiguos, de los que se tiene referencia, eran manuales, en principio con mango fijo, como el flabellum, que aparece en la cultura egipcia, al menos desde la dinastía XIX, para pasar posteriormente en el siglo V a. de C. a la Antigua Grecia, en la que tenía forma de palmeta, tal como aparece en pinturas de vasos de cerámica. También de la Antigua Roma hay pinturas en las que se representan esclavos manejando el flabellum.
Manejado también por esclavos, pero ya con cierto mecanismo, es elabano , que era un bastidor con tela gruesa que se colgaba del techo y se movía mediante un sistema de cuerdas y poleas y que ya usaban los árabes a principios del siglo VII. También se encuentra en la India y Medio Oriente con el nombre de punkah. En China, el origen del abanico rígido se sitúa hacia 2697 a. de C., con el emperador Hsiem Yuan, y la referencia escrita más antigua (1825 a. de C.) menciona dos abanicos de plumas ofrecidos al emperador Tchao Wong, de la dinastía Chou.

Uno de los primeros ventiladores mecánicos o "bomba de aire" apareció en 1832, construido por Omar-Rajeen Jumala. El aparato usaba grandes aspas metálicas o de madera y estaba pensado para la industria. Las hojas eran impulsadas inicialmente con ruedas hidráulicas, y se usaron en minas de carbón y fábricas.

Cuando Thomas Alva Edison y Nikola Tesla introdujeron la energía eléctrica de forma masiva a fines del mismo siglo, los ventiladores eléctricos comenzaron a aparecer. Fue, de hecho, un aprendiz de Edison Schuyler Skaats el que en 1886 presentó el primer ventilador eléctrico, que fue comercializado por su empresa Crocker & Wheeler, instalada en Nueva York. Era de pequeño tamaño y diseñado para ponerlo sobre una mesa. Casi simultáneamente aparece en Alemania una versión de techo creada por el ingeniero Philip Diehl.
                       Modelo del primer ventilador

Philip Diehl creó una versión para poner en el techo, que permitía ventilar áreas más amplias. Diehl, que había sido aprendiz en las fábricas de máquinas de coser Singer, instaló unas aspas de ventilador sobre un motor de máquina de coser, poniendo todo luego todo en el techo, invento que patentó en 1887. Diehl luego haría otra modificación, agregando una articulación al ventilador, lo que permitía dirigir el aire. Este fue el primer ventilador oscilante.                                                                                                                                                                                 En las primeras décadas de 1900, un ventilador común estaba hecho con aspas de lata, dentro de una caja de lata. Sin embargo, la reja contenedora tenía espacios bastante grandes, así que varios niños se hirieron los dedos y las manos jugando con el aparato. Después de 1920, los avances producidos en el trabajo del acero permitieron producir en masa ventiladores de distintas formas, bajando los precios y mejorando la seguridad. En los años siguientes, el diseño también llegó a estos aparatos, con modelos "art deco" y también con llamativos colores.                                                                                                                                                                                                                                      El aire acondicionado hizo que varios fabricantes salieran del negocio, pero el ventilador sigue siendo más barato y todavía es útil para tanto para capear el calor como para permitir recambios de aire dentro de un espacio. Aunque muchos han cambiado por fuera con distintos diseños y tamaños, por dentro siguen siendo prácticamente iguales a los de 1890. La mayoría son eléctricos, aunque también existen hidráulicos, con motores de combustión o a energía solar, de distintos tamaños y para distintos objetivos. Por ejemplo, el PC que estás usando ahora probablemente tiene uno adentro, al que seguramente escuchas trabajar como loco en los días calurosos.                                                                                                                                                                                                                                                                                             Usos
El tipo de ventilador más conocido, se utiliza para la ventilación o para aumentar la velocidad del aire en un espacio habitado, básicamente para refrescar. Por esta razón, es un elemento muy utilizado en climas cálidos.


Como máquinas de transporte, los ventiladores se usan principalmente para producir un flujo de gases de un punto a otro. Dicho flujo se puede utilizar como soporte para transportar otras sustancias u otros materiales como ocurre en la fluidización en la que partículas sólidas (cenizas, polvos, basuras, etc.) se mueven suspendidas en una corriente de un fluido.
También de forma secundaria, se utiliza el ventilador para asistir a un intercambiador de calor con funciones de disipador o de radiador.
Los equipos de acondicionamiento de aire conocidos como Unidades de tratamiento del aire, disponen de uno o dos ventiladores centrífugos para hacer circular el aire a través de la unidad y de la red de conductos que distribuye el aire tratado en una edificación o en un proceso industrial.
También utilizan un ventilador, generalmente centrífugo, los quemadores de las calderas de combustibles, tanto líquidos como gaseosos, para aportar el aire necesario a la combustión y facilitar la mezcla combustible-comburente en el interior del hogar.
Los dispositivos de ventilación utilizados en lugares en los que se requiere más ventilación que la natural proporcionada por los huecos de fachadas, son ventiladores que extraen el aire viciado y provocan la entrada de aire fresco por depresión, o bien, impulsan aire fresco y evacúan el aire viciado por sobrepresión. Aunque más caro, es más eficaz utilizar ambos sistemas simultáneamente, sobre todo si el aire se distribuye mediante bocas de entrada y salida en cada local.

Partes de un ventilador 

 

¿Como elaborar un ventilador casero?



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